domingo, 19 de enero de 2014
PRINCIPALES PROBLEMAS QUE AFRONTAR LOS ADOLESCENTES
Principales problemas que afrontan los Adolescentes
MOTIVACION Y AUTOCONOCIMIENTO
MOTIVACIÓN Y AUTO CONOCIMIENTO
Vamos a ver algunos tipos de motivación y poner algunos ejemplos sobre ellos. En concreto, veremos la motivación intrínseca / extrínseca, la motivación positiva / negativa y la micromotivación / macromotivación.
Motivación intrínseca: es debida a factores intrínsecos o del entendimiento personal del mundo. Se evidencia cuando el individuo realiza una actividad por el simple placer de realizarla, sin que nadie de manera obvia le de algún incentivo externo. Algunos autores distinguen entre dos tipos de motivación intrínseca: uno basado en el disfrute y el otro en la autoexigencia.
Un buen ejemplo de motivación intrínseca puede darse en los estudiantes, un modelo que lleva tres décadas de estudio y aún se sigue desarrollando. Se piensa que los estudiantes están más predispuestos a experimentar la motivación intrínseca si ellos:
Atribuyen sus resultados educativos a los factores internos que pueden controlar, por ejemplo la cantidad de esfuerzo que invirtieron y no una “habilidad o capacidad determinada”.
Creen que pueden ser agentes eficaces en el logro de las metas que desean alcanzar, es decir, si creen que los resultados no son determinados por el azar.
Están motivados hacía un conocimiento magistral en vez de un aprendizaje maquinal que puede servir para aprobar.
Motivación extrínseca: es debida a factores extrínsecos o incentivación externa. Aparece cuando lo que atrae no es la acción que se realiza en sí sino lo que se recibe a cambio de la actividad realizada.
Tradicionalmente, la motivación extrínseca se ha utilizado para motivar aempleados mediante recompensas tangibles (pagos, promociones… o castigos) y recompensas intangibles (elogio en público). Con la transición de economías de ‘cadenas de producción‘ a ‘prestación de servicios‘ la importancia de la motivación extrínseca radica en:
Cuanto más se distancian los trabajos de ser los típicos de una línea de montaje, más difícil se hace medir la productividad individual.
En tanto que la motivación intrínseca no se basa en incentivos económicos, es barata en términos monetarios pero cara en tanto que las recompensas inherentes de la actividad deben ser internalizadas antes de que puedan ser experimentadas como una motivación intrínseca.
Sin embargo, la motivación intrínseca no es la panacea para la motivación de los trabajadores. Entre los problemas se incluye:
Para muchas actividades con viabilidad económica puede ser imposible encontrar suficientes individuos motivados intrínsecamente.
Incluso los empleados con motivación intrínseca necesitan comer. Otras formas de compensación se hacen necesarias.
La motivación intrínseca es fácilmente destruida. Por ejemplo, una motivación extrínseca adicional tiene un impacto negativo en la motivación intrínseca en muchos casos (el percibir un reparto externo de incentivos injusto agrava la situación).
Motivación positiva: es un proceso mediante el cual el individuo inicia, sostiene y direcciona su conducta hacia la obtención de una recompensa, sea externa (un premio) o interna (la gratificación derivada de la ejecución de una tarea). Este resultado positivo estimula la repetición de la conducta que lo produjo. Sus consecuencias actúan como reforzadores de tal comportamiento.
Motivación negativa: es el proceso de activación, mantenimiento y orientación de la conducta individual, con la expectativa de evitar una consecuencia desagradable, ya sea que venga del exterior (un castigo) o del interior de la persona (un sentimiento de frustración). Este resultado negativo tiende a inhibir la conducta que lo generó. Sin embargo, las modernas concepciones gerenciales no consideran recomendable la utilización de la motivación negativa (la amenaza, el miedo) y, por lo general, proponen el castigo como último recurso para enfrentar conductas no deseadas.
La micromotivación: es el proceso mediante el cual las organizaciones crean un conjunto de incentivos materiales, sociales y psicológicos, para generar en los trabajadores conductas que le permitan satisfacer sus necesidades y alcanzar las metas organizacionales. Es un intento particular para incrementar los niveles de esfuerzo esperado en el trabajo y, con ellos, los niveles de satisfacción y desempeño individual. El enriquecimiento de los puestos, los planes de incentivos salariales y las políticas de ascenso forman parte de esos intentos.
La macromotivación: es un proceso, por lo general no planeado, mediante el cual la sociedad transmite ciertos mensajes que el individuo internaliza y que le permiten formarse una idea sobre sí mismo y sobre el trabajo, ideas que influencian seriamente los niveles de motivación individual.
Cuando la macromotivación está alineada con la micromotivación se potencian las iniciativas motivadoras de las organizaciones. Cuando el conjunto de valores de la sociedad tienen una dirección distinta a la de la micromotivación, los esfuerzos tienden a anularse. Una sociedad, por ejemplo, que privilegia el ocio y que considera el trabajo como un castigo, obstaculiza los esfuerzos que cualquier organización realice para elevar los niveles de motivación de sus integrantes.
Psicología de las actitudes
Puede clasificarse a las ramas de la psicología según las variables relevantes que las caractericen, de ahí la justificación de la denominación de Psicología de las actitudes. Esta rama de la psicología puede considerarse como una parte integrante de la Psicología Social, por cuanto la actitud es una variable básica en aquélla.
El concepto de actitud
Escribe Kimball Young:
“Por desgracia, el término actitud tiene dos significados, uno amplio y otro estrecho. Fue usado primero en un sentido bastante limitado, para indicar una predisposición motriz y mental a la acción. Después se lo empleó con un alcance algo mayor, para señalar tendencias reactivas específicas o generalizadas, que influyen sobre la interpretación de nuevas situaciones y la respuesta frente a éstas.
Algunos autores, sin embargo, han usado el término actitud para referirse a la totalidad de la vida interior –la masa apereceptiva de ideas, opiniones y disposiciones mentales- en contraste con las pautas y hábitos manifiestos. Sobre la base de una significación tan amplia e imprecisa, tanto profanos como psicólogos continúan considerando que los términos opinión y actitud son sinónimos.
Por nuestra parte, vamos a emplear la palabra en un sentido más estricto, que indica una tendencia a la acción. Una actitud es esencialmente una forma de respuesta anticipatoria, el comienzo de una acción que no necesariamente se completa. En este sentido, resulta mucho más dinámica y permite predecir más fácilmente las tendencias del comportamiento que una mera opinión o idea.
Es preciso señalar tres rasgos importantes propios de la actitud. En primer lugar, si bien no deben ser confundidas con imágenes o ideas verbalizadas (palabras), las actitudes están generalmente asociadas a imágenes, ideas u objetos externos de la atención. En segundo lugar, las actitudes expresan una dirección. Vale decir, no sólo señalan el comienzo de la respuesta manifiesta a una situación, sino que también imprimen dirección a esa actividad. Se caracterizan por implicar acercamiento o alejamiento, gusto o disgusto, reacciones favorables o desfavorables, amores u odios, y cómo éstos están dirigidos a situaciones específicas o generalizadas. En tercer lugar, las actitudes –al menos las más significativas- están vinculadas con sentimientos y emociones. Asociaciones de agrado o desagrado respecto de un objeto o situación –miedo, cólera, amor y todas las complejas emociones aprendidas- intervienen en las actitudes.
Las actitudes son hábitos internos en su mayor parte inconscientes, e indican las tendencias reales que la conducta manifiesta mejor que las expresiones verbalizadas que llamamos opiniones. Entonces, si se trata de predecir el comportamiento de un individuo, es más importante conocer sus actitudes que conocer sus imágenes mentales, sus ideas o sus opiniones”.
“Las actitudes ofrecen, pues, un indicio para desenredar la maraña de las motivaciones humanas. En suma, pues, se puede definir una actitud como la tendencia o la predisposición aprendida, más o menos generalizada y de tono afectivo, a responder de un modo bastante persistente y característico, por lo común positiva o negativamente (a favor o en contra), con referencia a una situación, idea, valor, objeto o clase de objetos materiales, o a una persona o grupo de personas”.1
Orígenes y significado de las actitudes
Gino Germani escribió:
“Frente a la variedad de las acciones sociales, siempre pareció necesario crear categorías que permitieran reducir la inagotable diversidad de la experiencia a tipos comunes, al par que hallar sus causas más generales. Dejando a un lado las explicaciones fundadas sobre factores biológicos, geográficos o físicos, nos interesan aquí las categorías de naturaleza mental, ya sean colectivas o bien individuales”.
“En la sociología norteamericana, la actitud fue introducida por W.I. Thomas y F. Znaniecki en su investigación sobre El campesino polaco en Europa y en América. El tema central de la obra es el análisis del choque entre dos culturas diversas, estudiado a través de las transformaciones producidas en las formas de vida y en la psicología de los inmigrantes polacos en América”.
“Las actitudes son los tipos de conducta que se dan en la realidad: son los fenómenos observables. Su papel en la investigación social, dicen Park y Burguess, es comparable al de los átomos de las sustancias simples en química; los deseos, en este caso, corresponden a los electrones. No observamos deseos, observamos actitudes concretas, pautas de conducta”. “La actitud no se agota en la acción misma, sino que es una forma relativamente estable que se reproduce cada vez que se presenta la correspondiente configuración, de ahí lo imprescindible de postular una «disposición», una «tendencia a actuar», con lo cual tiene nuevamente cabida un elemento de introspección”.
“La actitud representaría el mecanismo individual a través del cual las influencias biosociales y socioculturales se traducen en la conducta manifiesta de un individuo. Este traducirse puede dejar lugar a diferentes especies de desviaciones con respecto a un proceso puramente determinista. De este modo, la posible creatividad de la respuesta individual no queda excluida del esquema de la acción”.2
Personalidad
Varias son las teorías de la personalidad propuesta dentro de la psicología. Debido a la generalidad del concepto de actitud, se hace evidente la existencia de una teoría implícita de la personalidad. Gino Germani escribió:
“Estos dos autores (Sherif y Cantril) han señalado otros rasgos que no sólo recogen la experiencia de la labor experimental realizada en los decenios anteriores, sino que permiten la integración de la actitud en una teoría de la personalidad y de la formación del yo. En primer lugar, destacan el carácter de relativa permanencia que debe poseer la actitud”. “El desarrollo de la teoría de la personalidad y la rica cosecha de observaciones y experimentos realizada en este campo han afirmado la existencia de la unidad de la persona –o, por lo menos, de su unidad tendencial- y de las actitudes con sus rasgos permanentes. En segundo lugar –recuerdan Cantril y Sherif- toda actitud supone una relación de sujeto a objeto, siendo este último siempre un objeto sociocultural; material o inmaterial (casa, auto, estatua, norma, valor, símbolo), personal (un individuo, un grupo), o un complejo de todos ellos”. “Con el desarrollo de la teoría de la personalidad social básica, sobre todo por obra de antropólogos sociales, el concepto de actitud puede integrarse en una teoría más comprensiva en que se combinen los factores socioculturales y los puramente biográficos o personales”.
Creencias y actitudes
Gino Germani escribe:
“La distinción que proponen D. Krech y R.S. Crutchfield entre creencias y actitudes parece ser muy conveniente. La creencia es «una organización durable de las percepciones y de los conocimientos relativos a ciertos aspectos del mundo de un individuo», mientras que la actitud es «una organización durable de los procesos emocionales, motivacionales, perceptivos y cognoscitivos referentes a ciertos aspectos del mundo de un individuo», o sea que toda actitud supone un elemento cognoscitivo, la creencia; en realidad, la actitud es una creencia adicionada de carga afectiva y volitiva, mientras la creencia es emocionalmente neutra”.
Opiniones y actitudes
Gino Germani escribe:
“Si bien es cierto que una opinión es siempre la manifestación de una actitud, no toda actitud se manifiesta como opinión. Para que así ocurra debe haber conflicto de actitudes y, por consiguiente, conflicto entre sus manifestaciones, las cuales sólo así adquieren el carácter de opiniones. Las actitudes que son unánimes no originan discusión, rigen incontrastadas en toda la sociedad y no dan lugar al fenómeno de la opinión”. “En resumen, podemos definir la opinión como la expresión, ya sea verbal o de otra índole, de actitudes, siempre que se produzca en una situación de controversia; es decir, cuando no exista unanimidad sobre el mismo valor social”.
Factores determinantes de la actitud
Leo Kanner escribió:
“Las expresiones de las actitudes de la conducta tienen varios aspectos básicos comunes:
Todas las actitudes se expresan como reacciones afectivas provocadas por las personas y las situaciones, y así es como las ve el observador.
El significado que tiene una situación para el individuo depende menos de sus factores reales, «objetivos», que de la forma en que aparece ante él y de la impresión que le produce, o sea de la actitud que el individuo asume ante la situación. (Lo han demostrado claramente los estudios sociológicos de la propaganda y los prejuicios).
Las actitudes se desarrollan. Unas veces el origen se ve claramente, pero otras veces está incrustado tan profundamente en relaciones anteriores, que se requiere un gran esfuerzo para comprender el «tema» total.
Las actitudes son creadas por las actitudes de los demás, que influyen en ellas y pueden modificarlas, favorable o desfavorablemente; éstas son, por consiguiente, determinantes esenciales de la personalidad y de la conducta.
Las actitudes de los demás son tan importantes en la psicología y en la psicopatología, como los agentes bacterianos y tóxicos y las drogas medicamentosas en la salud y la enfermedad del cuerpo. El valor de las actitudes de los demás como fuerza motivadora ha sido demostrado muchas veces”.3
Actitudes y personalidad
Una parte de los estudios en psicología consiste en determinar alguna respuesta, ante cierto estímulo, para comprobar alguna hipótesis respecto de cierto comportamiento parcial o localizado. En psicología social, por el contrario, se considera a la actitud como una respuesta de toda nuestra personalidad (afectiva, intelectual, etc.). Esta respuesta característica de cada individuo responde a alguna de las tendencias generales del comportamiento humano, tales como cooperación y competencia. Jack H. Curtis ha puesto en claro este aspecto de las actitudes por lo que escribió:
“Es necesario comprender el concepto de actitud, pues las actitudes son los procesos unitarios básicos de la personalidad. La personalidad, en el sentido que la considera lapsicología social, es el conjunto organizado de actitudes emocionales e intelectuales que el individuo ha erigido a través de los sistemas y estados, y que le capacita para tratar con otros y consigo mismo en la interacción social. La fuente de estas actitudes es principalmente la previa preparación del individuo en las agrupaciones sociales (con sus normas culturales)”.
“Las actitudes son predisposiciones a obrar, percibir, pensar y sentir en relación a los objetos y personas. En este sentido, las actitudes no se refieren tanto a la respuesta actual cuanto a la dirección establecida. Puesto que una cualidad de las actitudes es que requieren un objetivo de orientación hacia el que se muestran positivas o negativas, se desprende que la dirección es algo esencial de las actitudes.
La actitud no existe si falta un objeto de orientación o una tendencia, en uno u otro sentido, hacia un objeto. En el medio social estos objetos se denominan intereses y valores del sujeto. Otra cualidad de las actitudes es que son estados más o menos persistentes, es decir, tienden mantenerse a través del tiempo. Sin embargo, es una equivocación pensar que las actitudes son fijas y estáticas y no pueden experimentar cambios. Las actitudes aprendidas por medio del aprendizaje pueden modificarse, y a menudo se modifican, por medio del aprendizaje”.4
Cambio de actitud
La influencia que recibimos del medio social proviene principalmente del cambio de nuestra actitudocasionado por la presencia o la referencia de otras personas. Nuestro mejoramiento personal, como nuestro empeoramiento, pueden provenir del cambio de actitud mencionado. Tanto los procesos beneficiosos para los pueblos, como las grandes catástrofes sociales han, sido promovidos por la actitud de unos pocos líderes que pudieron modificar actitudes a niveles generalizados.
Edward E. Jones y Harold B. Gerard escribieron:
“Las actitudes se forman a través de la experiencia y, a pesar de su relativa estabilidad, pueden ser cambiadas mediante esa misma experiencia. Considérese la multiplicidad de los acontecimientos cotidianos que se disponen deliberadamente para que afecten nuestras opiniones e influyan en el modo como nos comportamos.
“Los artículos editoriales de los periódicos pueden dirigir nuestra atención hacia algún problema social o político con la esperanza de estimularnos a la acción”. “Nuestras creencias y acciones son el blanco de muchos mensajes que crean presiones con la finalidad de cambiar nuestras actitudes e inducirnos a un comportamiento que, de otra manera, no emprenderíamos”.
“También existen fuerzas contrarias que tratan de apuntalar las actitudes que ya poseemos. Para que las actitudes puedan persistir, han de sobreponerse a las presiones que compiten con ellas”.
“La actitud es una predisposición para acercarse (valorar positivamente) o evitar (valorar negativamente) cierta clase de objetos. Las opiniones son expresiones verbales de disposiciones subyacentes. Por tanto, ya que las opiniones se definen como expresiones concretas de las actitudes, probablemente sea más apropiado indagar las funciones de las actitudes en sí”5
Actitudes y predicciones[
Si no existiese una actitud o respuesta característica en cada persona, seria imposible poder predecir su comportamiento. Incluso la propia persona no podría mantener objetivos de largo plazo y su vida carecería de sentido. Edward E. Jones y Harold B. Gerard escribieron:
“Quizá imaginando qué sería la vida si se careciera de actitudes podremos lograr alguna idea sobre su trascendencia en el funcionamiento normal del hombre. El organismo carente de actitudes no podría tomar fácilmente decisiones entre los diversos modos de actuar. Por el contrario, tal organismo se vería obligado a ejecutar cálculos intensos sobre cuáles serían las recompensas o castigos que se podrían esperar en cada nueva situación. No sólo sería ineficiente para el organismo, sino que también las consecuencias sociales de carecer de actitudes serían dramáticas. Sin duda, el trato humano normal sería más primitivo y reflexivo si no fuera posible hacer generalizaciones sobre preferencias o predisposiciones del otro. El podernos anticipar al proceder de otros quedaría reducido a un conocimiento muy general del comportamiento específico de la especie y no nos proporcionaría líneas guía que nos permitiera anticipar diferencias individuales en el comportamiento”6
Tecnicas de Automotivacion Personal
4 feb 2013 | Automotivacion
Tags:automotivacion personal
Sabes cuál es la definición de automotivación personal y por qué es tan importante en la vida de las personas? La palabra “motivación” está de moda y es posible que la hayas escuchado en la televisión o la radio, en la iglesia o de algún miembro de tu familia. La gente habla acerca de la motivación personal todo el tiempo, pero crees tú que ellos saben lo que significa y los cambios que la motivación y automotivación puede hacer por sus vidas?
Estrategias para Activar tu Automotivación Personal
Cuando tú comienzas a entender lo importante que es la motivación en uno mismo, tú vas a querer poner en práctica la automotivación personal en muchos aspectos de tu vida. A veces, llegamos a un punto donde estamos física y mentalmente agotados y nos es imposible encontrar la solución a algún problema. Es en ese momento que necesitamos encontrar la energía correcta para alcanzar la solución correcta. Canalizando la motivación y automotivación personal correcta, de repente, seremos capaces de lograr metas que parecían imposibles de completar. Cuando alcanzas este punto es importante aprender como activarlo. Tú debes aprender a resolver cualquier problema motivándote a ti mismo. Para ayudarte a resolver tus problemas aquí esta una lista de las técnicas de automotivación personal más populares:
1. Habla Contigo Mismo
Habla contigo mismo de la misma manera que lo harías con otras personas. Habla como si le estuvieras dando consejos a alguien y se muy honesto acerca de lo que piensas. Tú te conoces bien, y conoces tus fortalezas y debilidades. En un comienzo es posible que tu baja autoestima (articulo: como mejorar tu autoestima) no te permita ser lo suficientemente crítico de tus acciones, pero a medida que mejoras, podrás encontrar un balance entre lo positivo y negativo de tus acciones y reconocer sugerencias constructivas en lugar de críticas a tu persona.
2. Habla en Voz Alta
No hay necesidad de sentir vergüenza cuando hablas contigo mismo, así que sube el volumen. Por supuesto, hacerlo mientras estas rodeado de gente no es recomendando, pero si puedes aprovechar aquellas ocasiones durante el día donde estas solo o sola. Por ejemplo, antes de salir a trabajar y mientras te encuentras solo en tu habitación, puedes aumentar tus niveles de energía con solo hablarte a ti mismo en voz alta. Hablar en una voz tan alta como puedas, puede despertar las emociones correctas en tu persona.
3. Siéntete Feliz
Una de las técnicas de automotivación personal más conocidas es la felicidad. Cuando las personas están felices, trabajan con más pasión. Cuando las personas trabajan con mayor pasión, funcionan de manera eficiente. Siempre piensa en cosas del trabajo que te hacen sonreír. Recuérdate a ti mismo los objetivos que has logrado para que así te sientas feliz acerca de ti mismo. Es importante rodearte de personas felices y alejarte de aquellas que solo se quejan todo el día. Mantener un aura de felicidad alrededor tuyo te mantendrá positivo y con fuerzas para afrontar cualquier problema que se presente. Visita: Como encontrar la felicidad verdadera para mas informacion acerca de este importante tema.
Como Desarrollar los Hábitos Correctos
No es fácil mantener la automotivación todo el tiempo, pero si te puedes asegurar de que estas por el camino correcto a través de los hábitos que mantienes en tu vida diaria. Estos son algunos de los hábitos más comunes que te pueden ayudar a mantener una autoestima alta y un sentido de automotivación personal constante:
1. Escoge la compañía de amigos y amigas que sean un buen ejemplo para tu vida.
No busques la compañía de personas que te deprimen y te hagan sentir peor. Tú tienes el derecho de escoger con quien pasas tus días y tú debes escoger a personas que compartan tus mismos intereses. Siempre intenta estar con gente que puede influir en mejorarte.
2. No te Canses de Aprender.
Existen muchas formas de sentirte bien contigo mismo y el conocimiento es uno de ellos. El conocimiento es poder, y cuando eres capaz de usarlo para hacer un bien te hará más fuerte y podrás lograr todo lo que desees. Leer y aprender es fundamental. Nunca dejes de mejorar, así estarás feliz y orgulloso de tus logros.
3. Mantén las Distracciones a Distancia
Tristemente, existen muchas distracciones en la vida que te impiden ver la belleza en cada lugar. Dile no a las distracciones y toma el tiempo para observar la belleza que te rodea.
Existen una variedad increíble de técnicas de automotivación personal que puedes usar para mejorar tu persona. La mejor estrategia es intentar cada una de ellas y usar las técnicas que más te gustan o las que mejores resultados te dan. Como veras no es una ciencia exacta, pero lo importante es tratar de mejorar cada día, mejorar tu autoestima y mantenerte en un estado de automotivación permanente.
TRABAJO EN EQUIPO
Trabajo en equipo
Compañerismo y trabajo en equipo.
Trabajo en equipo es una de las condiciones de trabajo de tipo psico
lógico que más influye en los trabajadores de forma positiva porque permite que haya compañerismo. Puede dar muy buenos resultados, ya que normalmente genera entusiasmo y produce satisfacción en las tareas recomendadas.
Las empresas que fomentan entre los trabajadores un ambiente de armonía obtienen resultados beneficiosos. El compañerismo se logra cuando hay trabajo y amistad.
En los equipos de trabajo, se elaboran unas reglas, que se deben respetar por todos los miembros del grupo. Son reglas de comportamiento establecidas por los miembros del equipo. Estas reglas proporcionan a cada individuo una base para predecir el comportamiento de los demás y preparar una respuesta apropiada. Incluyen los procedimientos empleados para interactuar con los demás. La función de las normas en un grupo es regular su situación como unidad organizada, así como las funciones de los miembros individuales.
La fuerza que integra al grupo y su cohesión se expresa en la solidaridad y el sentido de pertenencia al grupo que manifiestan sus componentes. Cuanto más cohesión existe, más probable es que el grupo comparta valores, actitudes y normas de conducta comunes.
El trabajar en equipo resulta provechoso no solo para una persona sino para todo el equipo involucrado. Nos traerá más satisfacción y nos hará más sociables, también nos enseñará a respetar las ideas de los demás y ayudar a los compañeros si es que necesitan nuestra ayuda.
Ventajas del trabajo en equipo[editar · editar código]
Entre las ventajas esenciales que presentan el compañerismo y el trabajo en equipo, tanto para los individuos como para las organizaciones, se encuentran:
Para los individuos
Se trabaja con menos tensión al compartir los trabajos más duros y difíciles.
Se comparte la responsabilidad al buscar soluciones desde diferentes puntos de vista.
Es más gratificante por ser partícipe del trabajo bien hecho.
Se comparten los incentivos económicos y reconocimientos profesionales.
Puede influirse mejor en los demás ante las soluciones individuales que cada individuo tenga.
Se experimenta de forma más positiva la sensación de un trabajo bien hecho.
Las decisiones que se toman con la participación de todo el equipo tienen mayor aceptación que las decisiones tomadas por un solo individuo.
Se dispone de más información que cualquiera de sus miembros en forma separada.
El trabajo en grupo permite distintos puntos de vista a la hora de tomar una decisión. Esto enriquece el trabajo y minimiza las frustraciones.
Podemos intercambiar opiniones respetando las ideas de los demás:
Logra una mayor integración entre las personas para poder conocer las aptitudes de los integrantes.
Para las empresas y organizaciones y personas
Aumenta la calidad del trabajo al tomarse las decisiones por consenso.
Se fortalece el espíritu colectivista y el compromiso con la organización.
Se reducen los tiempos en las investigaciones al aportar y discutir en grupo las soluciones.
Disminuyen los gastos institucionales.
Existe un mayor conocimiento e información.
Surgen nuevas formas de abordar un problema.
Se comprenden mejor las decisiones.
Son más diversos los puntos de vista.
Hay una mayor aceptación de las soluciones.
Desventajas de la solución de problemas en equipo[editar · editar código]
Para formar un equipo de trabajo es necesario considerar no sólo las capacidades intelectuales de sus posibles miembros sino también sus características socio-psicológicas y de personalidad de cada componente. Ciertos equipos se forman para realizar tareas concretas, otros para asesorar y otros para gestionar.
Una participación disfuncional en el equipo indica que algo marcha mal. Es entonces necesario un diagnóstico más profundo de la organización y de sus conflictos. Algunos ejemplos de participación disfuncional son:
La agresividad, bajo formas directas como la ironía, el desprecio, el acoso laboral, la hostilidad y la indiferencia.
El bloqueo desde actitudes negativas, la resistencia, la negación continua, el desacuerdo constante, la oposición a la lógica, la falta de cooperación, la obstrucción para impedir la feliz culminación del trabajo y el desvío de la atención hacia temas menos significativos.
La deserción, no estar presente física ni psicológicamente, aislarse y ausentarse sin razones.
La división, el exceso de llamado de atención, la necesidad imperiosa de atraer simpatía y de exhibir los éxitos.
En el trabajo en equipo y en el fomento del compañerismo es importante la función que realizan los líderes. Ellos trabajan para que exista acuerdo sobre los objetivos y que estos sean claros, así como que todos se sientan comprometidos e implicados con las tareas.1
Se reprocha a veces al trabajo en equipo el presentar una serie de desventajas que habría que tener en consideración. Entre ellas, pueden referirse las siguientes:
Tomar las decisiones de forma prematura.
Que impere el dominio de pocas personas, en particular el de un líder.
Consumir mucho tiempo en reuniones discutiendo soluciones y acciones, retrasando su puesta en marcha.
Que existan presiones sobre miembros del equipo para aceptar soluciones.
Responsabilidad ambigua porque queda diluida en el grupo.
Habilidades sociales para trabajar en equipo
Trabajar en equipo exige una serie de capacidades y actitudes por parte de cada miembro del grupo. Cada perfil debe responder de una manera determinada. Sin embargo, la mayoría ha de tener rasgos comunes, como ser comunicativos, tolerantes, participativos y tener un conjunto de habilidades sociales determinadas.
Para lograr el éxito empresarial de manera individual, la mayoría de expertos recomiendan aptitudes relacionadas con la disciplina, la perseverancia, la tenacidad, etc. Sin embargo, cuando se trabaja en equipo las habilidades que se aprecian son la coordinación, la armonía o la comunicación.
El gurú Peter Drucker asegura que los mejores trabajadores, aquellos que consiguen el éxito, se caracterizan por tener una visión de conjunto, capacidad de análisis y don de gentes.
En cuanto a la opinión de los psicólogos, la mayoría de los consultados afirma que para trabajar en equipo se necesitan las siguientes cualidades: trato cara a cara, interdependencia positiva, responsabilidad individual, destrezas colaborativas y procesamiento grupal.
Como seres sociales que somos, sentimos la necesidad de ser reconocidos por los demás, sentirnos útiles y valorados. Trabajar en equipo es una excelente oportunidad para mejorar profesionalmente y enriquecernos como personas. Sin olvidar que las habilidades sociales son trascendentales en nuestra vida personal y profesional.
José Luis Trechera Herreros asegura que estamos tan inmersos en la realidad grupal que no le damos importancia, pero si realizáramos una descripción diaria de nuestras actividades, no sería raro que nos sorprendiésemos de que la mayoría son interacciones en grupo: familia, trabajo, amigos, asociaciones, etc. Sin embargo, ¿cómo nos han preparado para trabajar en grupo? ¿Cuántas asignaturas en nuestros planes formativos se han dedicado a sensibilizarnos para colaborar con otros? “La experiencia nos demuestra que nos jactamos de hablar del trabajo en equipo, cuando en la práctica, más bien, éste brilla por su ausencia. Lo poco que vamos asimilando de las dinámicas grupales es a través del aprendizaje por “ensayo y error”, sobre las experiencias negativas o positivas que hemos tenido en nuestra relación con los demás”.
Para saber qué grado de habilidades sociales tenemos, es necesario responder a las siguientes preguntas:
- ¿Nos atrevemos a expresar nuestras opiniones?
- ¿Somos positivos?
- ¿Aceptamos las críticas?
- ¿Sabemos escuchar?
- ¿Respetamos a los demás?
- ¿Nos gusta conocer gente nueva?
- ¿Cómo respondemos en ambientes desconocidos?
Para lograr la máxima efectividad de un equipo de trabajo, éste ha de tener tres aspectos esenciales:
- La personalidad y aptitudes de cada miembro ha de complementarse con la del resto de perfiles.
- Existe una verdadera necesidad de compartir tanto los conocimientos como las habilidades específicas de cada persona.
- Una relación basada en la confianza, una virtud que nos permite delegar en otros compañeros y apoyarnos en ellos.
En definitiva, para trabajar en equipo hay que ser positivo, saber escuchar a los demás, ser tolerante y tener don de gentes.
Las relaciones familiares y sociales
Las relaciones sociales son un elemento importante para el bienestar global de la persona y pueden ser determinantes de los hábitos de vida y la salud de los individuos, tanto en sentido positivo como negativo.
Las relaciones sociales pueden reforzar la autoestima, el autocontrol y el afán de compromiso y superación. Si estos elementos positivos se aplican a temas de salud, se puede conseguir hábitos saludables en distintos ámbitos (alimentación, ejercicio, controles médicos, etc.). Las acciones educativas en la familia, el centro escolar, los grupos sociales, el trabajo y, cada vez más, los medios de comunicación social, son críticas para fomentar estos hábitos de salud. De igual modo, los malos ejemplos en cualquiera de estos ámbitos pueden tener efectos nocivos muy importantes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)